En todas las asociaciones de diseño cuecen habas

Esta semana se ha expuesto a través de las redes una carta abierta criticando las últimas actuaciones de la AAD, Asociación Andaluza de Diseñadores al respecto de sus premios al diseño.

Dado el carácter divulgativo de este espacio que gestiono, creo interesante subirla también aquí para el conocimiento de todos los que os acercáis a estas páginas.

He de decir al respecto que tengo muchos -y muy buenos- amigos y colegas diseñadores industriales en Andalucía. Y los tengo a ambos lados de esta carta. Los que de un lado critican abiertamente a la asociación, muy seguramente para lograr la excelencia, la promoción y la objetividad que precisa una entidad como la AAD y aquellos que están dentro de la organización intentando buscar, seguramente de la mejor forma posible y con las mejores intenciones, la promoción, las oportunidades necesarias y la dignidad para que nuestra disciplina pueda ser visible en una comunidad autónoma que aun se resiste, seguramente por una clara ausencia de tejido industrial en la zona.

De esta forma, permitirme que no entre a valorar la misiva. Solo diré, desde mi punto de vista y manteniendo, como siempre he mantenido, una posición muy crítica hacía las asociaciones de diseño industrial, que el diálogo es siempre bueno y necesario. Así que una vez abierto el melón, como suele decirse, espero muy sinceramente que esto se convierta en un punto de inflexión que sirva a todos los diseñadores andaluces para reflexionar y realizar la correspondiente autocrítica al respecto (a ambos lados) de cara a mejorar todo lo posible una entidad que debe de velar por el diseño de todos y muy especialmente por defender su valor económico y social en Andalucía de cara a su propio futuro.

Aquí os dejo el enlace a la carta abierta. (ya no está disponible)

No se si puede servir de consuelo pero aquí nuestras asociaciones, totalmente endogámicas y sometidas a ciertos lobbys, tampoco es que sean para tirar cohetes. Y es que en todas las asociaciones de diseño cuecen habas, hasta en las que aparentan tener más prestigio.

Abril 2016

Twittear