El Ministerio del Diseño. El retrato de una parte de nuestro sector.

Nuestro sector siempre nos acaba sorprendiendo. Ahora lo ha hecho con la petición de un Ministerio del diseño. Y no, no es ninguna broma aunque pueda parecerlo.

Una propuesta rocambolesca, pésimamente argumentada sin la aportación de ningún dato objetivo que la sustente y explicada en apenas tres párrafos llenos de reiteraciones, tópicos y frases hechas que nos vuelve a poner delante del espejo mostrándonos la enorme ignorancia que tenemos del diseño desde nuestro propio seno. Muchos de los comentarios a favor de esta iniciativa, sin fundamento alguno, dan buena fe de ello.

Entre los firmantes y/o defensores de este sin sentido podemos encontrar algunos nombres conocidos. Quizás esto sea lo peor. O quizás, bien mirado, sea lo mejor porque retratan con nitidez algo de sí mismos que muchos ya sabíamos: Ocupan un lugar privilegiado en el mundo del diseño sin mérito proyectual y teórico alguno, por lo menos que yo conozca. Han acabado por usurparnos la voz -no sin nuestra pasividad- que ahora utilizan también a su favor para su propia promoción.
Lejos de quedar en una anécdota, parece que la idea se presentará a debate próximamente en un foro e incluso empieza a tener hasta padrinos. Un gasto económico y vital totalmente innecesario que nos sumerge más, si cabe, en una espiral surrealista de gran pobreza intelectual.

No tenía pensado escribir nada sobre el tema pero como diseñador industrial me siento aludido y se genera en mi cierta preocupación. Este tipo de ideas, viniendo desde donde vienen y defendidas por algunas personas con cierto poder sectorial, no hablan solo en nombre del que las propone y/o de aquellos que las alimentan sino que, muy a nuestro pesar pueden arrastrar consigo la imagen -y el prestigio- de todo un colectivo profesional que bastantes problemas tiene ya.

Todo un despropósito. Pero, ¿qué estamos haciendo?

Pienso que, como en la mayoría de los ámbitos de la vida y de la sociedad, la educación es un aspecto fundamental. Un pilar sobre el que se sustentan el futuro, la coherencia, la tolerancia y el respeto. En este sentido, es muy obvio que lo que está fallando estrepitosamente es el sistema formativo del diseño de nuestro país, que no es capaz de articular y transmitir a los alumnos un discurso preciso, solvente y profundo que habría de evitar el planteamiento de este tipo de especulaciones.

Febrero 2019

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