Empieza estudios de Diseño Gráfico, ampliando su visión sobre el diseño, con la clara finalidad de graduarse en Diseño Industrial. Disciplina en la que se gradúa por la E.A.A. i Oficis Artístics Llotja de Barcelona en 1999 como uno de los mejores alumnos de su promoción.
Cree que el diseño industrial es ante todo comunicación y tiene la convicción de que más allá de proyectos basados en aspectos arbitrarios, frivolidades o experimentaciones que han venido marcando la visión del sector en las últimas décadas, existe un camino de proyecto que permite ofrecer soluciones efectivas y viables que llevan al diseño industrial a establecerse como puente entre las necesidades físicas-espirituales del usuario y la empresa encargada de materializarlas.
Soñador, apasionado del diseño, de mirada curiosa y muy riguroso con y en su trabajo, este diseñador industrial utiliza su disciplina como un recurso para la mejora y el cambio de las sociedades, dándose por satisfecho consiguiendo nuevas soluciones, o por lo menos mejoras en objetos que no funcionan, y siempre intenta de forma obligada transmitir al cliente ilusión por el proyecto. Todas estas actitudes marcan su forma de trabajar en el estudio.