Muchas veces nos toca a nosotros (oZ, estudi) en el entorno de Diseño Industrial, solucionar planteamientos realizados por otros equipos de Diseño, profesionales en principio “como nosotros” que le trasladan abiertamente a los empresarios, tras convencerlos con propuestas atractivas, que en la parte técnica su conocimiento es algo más limitado y que hasta aquí han llegado. ¡Increible! No salimos de nuestro asombro cuando llega a nuestra mesa un proyecto donde no hay apenas nada definido; ni materiales definitivos, uniones, tecnologías, procesos industriales, costes reales de inversión, trazabilidad de desarrollo, viabilidad, optimización, coste producto, comunicación, acabados, etc... Y pese a esta TOTAL carencia de realidad, de DISEÑO por otra parte, los empresarios han pagado por esas “brillantes ideas” sumas más que dignas y que ahora deben aumentar para que otros puedan hacer las ideas factibles. No nos extraña que muchos empresarios consideren que el Diseño es caro. Lo están pagando dos veces. Algo no funciona, es obvio.